El moho es la bienvenida que nos dan las sillas de playa cuando llega el verano. Ese recubrimiento de hongos no sólo es desagradable, sino que puede ser perjudicial para la salud. No te preocupes, en esta guía descubrirás cómo quitar el moho de las sillas de playa paso a paso.

1. Encuentra una solución limpiadora
La forma más eficaz es usar un producto de limpieza especial (ver en Amazon). Si no tienes ninguno cerca, coge un bote de espray, o algún recipiente parecido, y rellénalo con vinagre, preferiblemente blanco. Funciona muy bien contra el moho, y no daña el material como podría hacerlo la lejía.
2. Aplícala sobre la zona afectada
Rocía el espray directamente sobre las zonas donde detectes moho o cualquier suciedad y deja que actúe durante unos 20 minutos. Haz lo mismo en caso de encontrarte óxido, algo probable si la estructura de tu silla de playa es de aluminio o similar.
3. Retira el vinagre de la silla
Transcurrido el tiempo, quita el vinagre de tu silla playera con una esponja o con un trapo limpio y húmedo. Usa un cepillo pequeño para acceder a las áreas difíciles, como un cepillo de dientes viejo.
4. Elimina el olor remanente
Es posible que el fuerte olor del vinagre haya quedado impregnado en la silla. Para eliminarlo por completo, mezcla agua caliente con unas gotas de limón y un poco de bicarbonato, y vuelve a limpiar la silla. Esta combinación eliminará el olor por completo y protegerá la silla del moho por mucho tiempo.
5. Seca la silla
La mejor forma de secar la silla es dejarla al sol durante un día. Si no puedes esperar tanto, deberás frotar la silla con un paño seco e insistir en las zonas que veas más húmedas. En función del material, te llevará más o menos tiempo.
Y si tu silla de playa es desmontable, otra opción es meter el tejido en la secadora, que es la parte de la silla más difícil de secar.
¡Y ya está! Siguiendo estos pasos, tendrás tu silla playera lista para disfrutar de unas vacaciones relajantes frente al mar.
¿Qué pasa si todavía quedan restos de moho o suciedad?
En ese caso, la limpieza ha de ser más profunda.
- Repite el proceso aplicando más fuerza al retirar el vinagre,
- o bien inténtalo con un producto de limpieza especial si no lo has hecho.
- Esto debería bastar, y si todavía quedan restos de suciedad, acaba con ellos de una vez por todas con un buen chorro de agua a presión. Si en casa no tienes un hidrolimpiador (ver en Amazon), te recomiendo comprar uno, ya que es una herramienta muy útil para quitar las manchas difíciles de cualquier rincón, no sólo en sillas de playa.
Métodos de prevención para un futuro
Ser preventivo mantendrá el moho alejado de tus sillas por más tiempo.
Al moho le encanta los lugares cálidos y húmedos, y la madera y la tela son de los materiales más propicios para su crecimiento. Por ello, sus víctimas favoritas son las sillas de playa fabricadas con estos materiales, que estén al aire libre o en los rincones de la casa más húmedos. Veamos las mejores soluciones:
Protege las sillas de la humedad mediante fundas para sillas plegables (ver en Amazon). La mayoría de modelos disponibles son impermeables y anti UV, de manera que podrás guardar las sillas tanto en interiores como en exteriores sin problema.
Otra opción es guardar las sillas dentro de casa y asegurarte de que el lugar se mantenga ventilado y seco. Si guardas más cosas en el mismo lugar y no tiene puertas o ventanas para que corra el aire, como en un sótano, lo mejor es conseguir un deshumidificador (ver en Amazon) para filtrar el aire y reducir la humedad ambiental
Por último, si has preferido no comprar una funda para sillas, deberás controlar las goteras porque las superficies que queden mojadas se llenarán de hongos en 1 o 2 días. Revisa frecuentemente las paredes, las cañerías y el techo para detectar esas fugas de agua cuanto antes.